Un equipo de científicos de la Universidad de Oviedo ha logrado avances significativos en la comprensión del envejecimiento celular muscular y su impacto en la pérdida de masa y fuerza muscular en personas mayores. Este descubrimiento es crucial para abordar la sarcopenia, un problema común en individuos mayores de 65 años.
La investigación, publicada en Cell Death and Disease, ha sido dirigida por investigadores del grupo cROS de la Universidad de Oviedo, que también forma parte del grupo OSKAR del Instituto de Investigación del Principado de Asturias (ISPA). Los investigadores han descubierto mecanismos críticos por los cuales las células madre musculares pierden su capacidad de regenerar el tejido muscular efectivamente a medida que envejecen.
El estudio, liderado por Yaiza Potes y coordinado por Ana Coto Montes e Ignacio Vega Naredo, ha identificado dos factores clave en este proceso degenerativo:Fallo en la vía de señalización p66Shc: Esta proteína es esencial para regular los niveles de radicales libres y la esperanza de vida de las células. En células madre musculares envejecidas, un mal funcionamiento de esta vía conduce a un ambiente oxidativo que impide la activación y diferenciación celular adecuada
.Reducción de la capacidad autofágica: La autofagia, un proceso vital para reciclar componentes celulares dañados, se encuentra comprometida en las células envejecidas. Esto impide que las células madre musculares regeneren tejido muscular eficientemente.
Estos hallazgos son fundamentales para entender por qué las células madre musculares en personas mayores no pueden reparar daños ni regenerar el músculo adecuadamente, conduciendo a una fragilidad incrementada y vulnerabilidad en esta población.
Con estos conocimientos, los científicos esperan desarrollar estrategias terapéuticas que puedan retrasar o revertir los efectos del envejecimiento muscular, ofreciendo una mejor calidad de vida y reduciendo los riesgos asociados con la pérdida de masa y fuerza muscular en la vejez. Este estudio no solo amplía nuestra comprensión del envejecimiento muscular sino que también abre nuevas vías para tratamientos potenciales en el futuro.
Así, se ha observado que las células madre senescentes enfrentan no solo problemas en su capacidad de activación debido a fallos en la vía de señalización p66Shc, sino que también experimentan deficiencias en la autofagia. Este último es un proceso crucial para la eliminación del daño celular acumulado, pero cuando no funciona adecuadamente en estas células, no se consigue la regeneración efectiva del tejido muscular.
Este hallazgo es significativo en el campo de la medicina regenerativa y antienvejecimiento, ya que la modulación de la autofagia y de p66Shc podría ser clave en el desarrollo de nuevas terapias. Estas terapias tendrían como objetivo asegurar el mantenimiento y la funcionalidad de las células madre musculares a lo largo de la vida, proporcionando un enfoque prometedor para contrarrestar los efectos del envejecimiento.
La sarcopenia, que es la pérdida progresiva de masa muscular, es especialmente preocupante en la población envejecida. Este problema de salud empieza a ser notable a partir de los 40 años, pero se intensifica después de los 65 años. En personas mayores de 70 u 80 años, la pérdida de masa muscular puede afectar hasta el 50% de esta población. Esto no solo afecta la capacidad de mantener la postura y el movimiento, sino que también tiene repercusiones a nivel metabólico, ya que las células musculares regulan diversas vías endocrinas.
Este proceso es un factor clave en la fragilidad observada en las personas mayores. Por lo tanto, la investigación apunta a la urgencia de desarrollar estrategias efectivas que no solo frenen, sino que potencialmente reviertan la sarcopenia, mejorando así la calidad de vida y la autonomía de los adultos mayores.
