Resumen

En la actualidad hay escasas dudas en torno a que el acoso en la infancia es una experiencia adversa que ensombrece la salud y bienestar mental de los niños y de los adolescentes. Después de varias décadas de escepticismo general sobre el verdadero impacto de la victimización por acoso, la evidencia acumulada demuestra ahora un efecto perjudicial sobre la salud mental del joven y revela otros desenlaces desfavorables como baja autoestima, autolesión y fracaso académico. En tiempos recientes, hallazgos emergentes han apuntado hacia un posible efecto verdadero del acoso más allá de los periodos de la infancia y de la adolescencia. Por tanto, la repercusión del acoso sobre las victimas jóvenes puede persistir una vez que se ha detenido el acoso por mucho tiempo. Esta conclusión implicaría un cambio intenso en las estrategias de prevención e intervención, que suelen enfocarse en los perpetradores del acoso, hacia una mayor atención a las víctimas, con el propósito de reducir la repercusión de la victimización por el acoso en las vidas individuales y los costos sociales. Hasta la fecha, tres cohortes longitudinales han documentado los desenlaces de la victimización por acoso en la infancia para el adulto: el Estudio Psiquiátrico Epidemiológico y Multicéntrico del Niño en Finlandia, el estudio de las Grandes Montañas Humeantes en Estados Unidos, y el Estudio Nacional sobre Desarrollo del Niño en Reino Unido. Los estudios indicaron que las victimas jóvenes de acoso tienen tasas más altas de agorafobia, depresión, ansiedad, trastorno por pánico y tendencias suicidas de los 20 a 25 años, en comparación con los que no han sufrido acoso durante la infancia1-3. Los niños víctimas de acoso también tienen un incremento en el riesgo de recibir tratamiento hospitalario psiquiátrico y de utilizar medicación psiquiátrica en la edad adulta joven4 . Otro estudio reveló que las víctimas de acoso en la infancia informan altos grados de sufrimiento psicológico a la edad de 23 pero, lo que es más importante, también a los 50 años de edad5 . Adultos que fueron víctimas de acoso frecuente durante la infancia tuvieron un aumento en la prevalencia de desenlaces psiquiátricos desfavorables a una edad madura, entre ellos, depresión y trastornos por ansiedad, así como tendencias suicidas. Los efectos fueron pequeños, pero similares a los de otros factores adversos en la infancia medidos en ese estudio de cohortes, como el internamiento en servicios públicos o sustitutidos...

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