MADRID, 25 Feb. (EUROPA PRESS)

Un equipo de investigadores ha identificado cambios de por vida en la expresión génica en los cerebros de las personas que nacen con síndrome de Down (SD). Los resultados, publicados en la revista 'Neuron', podrían dar lugar a posibles terapias para pacientes con SD.

El síndorme de Down se produce en uno de cada 691 nacimientos vivos y es la causa genética más común de retraso mental, que afecta a aproximadamente 400.000 estadounidenses. Las causas subyacentes de desarrollo y genéticas de esta discapacidad intelectual en SD no se conocen totalmente y debido a esta falta de conocimiento y no hay tratamiento disponible en la actualidad.

Un equipo de múltiples instituciones, dirigido por Tarik Haydar, profesor asociado de Anatomía y Neurobiología en la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston (BUSM, por sus siglas en inglés) y Nenad Sestan, profesor de Neurología en la Escuela de Medicina de Yale, también Estados Unidos, compararon la expresión de genes en diferentes regiones del cerebro de los seres humanos con síndrome de Down a lo largo de su desarrollo y la edad adulta.

Descubrieron que la creación de la materia blanca en el cerebro, que es el aislamiento de las fibras nerviosas del cerebro, (es decir, los axones) se altera durante los periodos de desarrollo desde niños hasta adultos. Este hallazgo fue inesperado dada la teoría actual de que muchos cambios que conducen a la discapacidad intelectual se producen antes del nacimiento en SD.

También demostraron que los cambios de la materia blanca en el cerebro se deben a defectos de desarrollo específicos en una clase de células cerebrales llamadas oligodendrocitos que forman la materia blanca del cerebro y que esto hace que la transmisión nerviosa sea lenta.

"Este descubrimiento de los cambios genéticos que alteran la comunicación dentro del cerebro revela una nueva diana para terapias en los cerebros de personas con síndrome de Down --subraya Haydar--. Estos hallazgos pueden permitir a los investigadores diseñar estrategias para promover el funcionamiento del cerebro y mejorar la calidad de vida", añade.

Los investigadores también creen que estos hallazgos pueden tener implicaciones profundas para las personas con otras discapacidades del desarrollo, como el autismo.

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