Resumen
Hay muchos datos que sugieren que los individuos con trastorno bipolar con mayor frecuencia sufren de trastornos del sueño, incluso en estado eutímico. Puesto que el sueño es un proceso crucial para la homeostasis afectiva, el sueño interrumpido en individuos sanos puede ser un factor de riesgo para el posterior inicio del trastorno bipolar. Utilizando datos de una gran cohorte de adolescentes y adultos jóvenes, este estudio pone a prueba la hipótesis de que el sueño interrumpido constituye un factor de riesgo para la aparición posterior de trastorno bipolar. Una muestra representativa de la comunidad de N = 3.021 adolescentes y adultos jóvenes (14 a 24 de edad de referencia) se evaluó mediante la Entrevista Diagnostica Compuesta Internacional estandarizada y siguió en marcha de forma prospectiva hasta 3 veces durante un máximo de 10 años. El sueño interrumpido de referencia se cuantificó mediante los correspondientes ítems del inventario de autoinforme SCL-90-R. Se utilizó el valor compuesto (puntuación-insomnio) como parámetro ordinal de la gravedad de las interrupciones del sueño para evaluar las asociaciones con la incidencia del trastorno bipolar entre participantes libres de trastornos mentales graves de referencia (N = 1.943) utilizando odds ratios (OR) de regresiones logísticas. Los análisis se ajustaron por edad, sexo, trastorno del estado de ánimo de los padres y dependencia de por vida al alcohol o al cannabis. La mala calidad del sueño aumentó significativamente el riesgo para el posterior desarrollo del trastorno bipolar (OR = 1,75; p = 0,001). En cuanto a los elementos individuales del sueño, los problemas para conciliar el sueño y el despertar temprano por la mañana fueron predictivos de la posterior aparición del trastorno bipolar.
El sueño interrumpido en personas de otra forma libres de trastornos mentales mayores parece conferir un mayor riesgo para la posterior aparición del trastorno bipolar.
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