Resumen
Aunque los cambios cerebrales en la esquizofrenia se han propuesto para reflejar los encontrados con la edad avanzada, la trayectoria de la materia gris y de la materia blanca cambia durante el curso de la enfermedad y sigue siendo confusa. Los autores buscaron medir si estos cambios en individuos con esquizofrenia permanecen estables, se aceleran o disminuyen con la edad. El volumen de la materia gris y la anisotropía fraccional se mapearon en 326 individuos diagnosticados con esquizofrenia o trastorno esquizoafectivo y en 197 sujetos sanos de comparación entre 20 y 65 años. La regresión polinomial se utilizó para modelar la influencia de la edad en el volumen de la materia gris y la anisotropía fraccional a nivel de todo el cerebro y el voxel. Las diferencias entre grupos en el volumen de la materia gris y la anisotropía fraccional fueron regionalmente localizadas a lo largo de la vida útil utilizando la permutación de pruebas y la inferencia basada en cluster.
La pérdida significativa del volumen de materia gris fue evidente en la esquizofrenia, empeorando progresivamente con la edad hasta una pérdida máxima del 8% en la séptima década de vida. La tasa inferida de pérdida de volumen de materia gris se aceleró significativamente en la esquizofrenia hasta la mediana edad y se estabilizó a partir de entonces. Por el contrario, las reducciones significativas en la anisotropía fraccional surgieron en la esquizofrenia sólo después de los 35 años, y la tasa de deterioro de la anisotropía fraccional con la edad fue constante y mejor modelada con una línea recta. La pendiente de esta línea fue un 60% más pronunciada en la esquizofrenia en comparación con los sujetos de comparación, lo que indica una velocidad significativamente más rápida de deterioro de materia blanca con la edad. Las tasas de reducción del volumen de materia gris y la anisotropía fraccional fueron significativamente más rápidas en los hombres que en las mujeres, pero no fue evidente la interacción entre el sexo y el diagnóstico.
Los hallazgos sugieren que la esquizofrenia se caracteriza por una tasa inicial y rápida de pérdida de materia gris que se ralentiza en la mediana edad, seguida por la aparición de un déficit en la materia blanca que empeora progresivamente con la edad a una tasa constante.
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