El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) y los comportamientos agresivos son dos condiciones que pueden presentarse en la infancia, pero ¿cuáles son las diferencias entre ellos y cómo abordar cada situación de manera efectiva? En este artículo, exploraremos las distinciones entre niños con TDAH y niños agresivos, así como las estrategias para manejar cada uno de estos desafíos.

**Niños con TDAH:**

El TDAH es un trastorno neurobiológico que se caracteriza por dificultades en la atención, la hiperactividad y la impulsividad. Algunas características comunes de los niños con TDAH incluyen:

- Dificultad para mantener la atención en tareas o actividades.
- Inquietud excesiva o dificultad para permanecer quietos en situaciones donde se requiere.
- Impulsividad, como interrumpir conversaciones o tomar decisiones sin pensar en las consecuencias.

Los niños con TDAH pueden tener dificultades en la escuela debido a su falta de atención y comportamiento impulsivo. Es importante identificar el TDAH temprano para proporcionar el apoyo adecuado, que puede incluir terapia conductual, modificaciones en el entorno escolar y, en algunos casos, medicación bajo supervisión médica.

**Niños Agresivos:**

Los niños agresivos muestran comportamientos que causan daño físico, emocional o verbal a otros. Estos comportamientos pueden ser el resultado de varios factores, como problemas familiares, dificultades emocionales o falta de habilidades para manejar la ira. Algunas características de los niños agresivos incluyen:

- Participación en peleas físicas o verbales con compañeros.
- Tendencia a culpar a otros por sus problemas.
- Falta de empatía hacia los sentimientos de los demás.

Es crucial abordar la agresión en los niños de manera temprana para prevenir consecuencias más graves en el futuro. Esto puede implicar la participación de un terapeuta o consejero para ayudar al niño a desarrollar habilidades de manejo de la ira, así como proporcionar un ambiente seguro y de apoyo en el hogar y en la escuela.

**Estrategias de Manejo:**

Tanto para niños con TDAH como para niños agresivos, es fundamental implementar estrategias de manejo efectivas. Algunas medidas que pueden ayudar incluyen:

- Establecer rutinas y estructuras claras para proporcionar predictibilidad y estabilidad.
- Enseñar técnicas de relajación y manejo del estrés para ayudar a los niños a regular sus emociones.
- Fomentar la comunicación abierta y el apoyo emocional en el hogar y en la escuela.
- Proporcionar consecuencias consistentes y apropiadas para los comportamientos problemáticos, enfocándose en el refuerzo positivo y el modelado de comportamientos deseables.

En conclusión, si bien los niños con TDAH y los niños agresivos pueden presentar comportamientos desafiantes, es importante reconocer las diferencias entre estas condiciones y abordarlas de manera individualizada y compasiva. Con el apoyo adecuado y la intervención temprana, estos niños pueden aprender a manejar sus dificultades y prosperar en su desarrollo emocional y social.

Psic. Gustavo Gamboa Velasquez