La indignación se ha extendido entre los alumnos de cuarto de Psicología de la Universidad de Murcia que deben estudiar obligatoriamente un manual («Técnicas de modificación de conducta») en el que sus autores afirman que «los problemas de orientación sexual, como la homosexualidad, el fetichismo, el travestismo, la pedofilia o el masoquismo» pueden tratarse con «descargas eléctricas o sustancias químicas que provoquen náuseas».
El libro -editado por Biblioteca Nueva y cuyos autores son los profesores José Olivares y Francisco Javier Méndez- recoge la llamada terapia aversiva, que consiste en proyectar diapositivas de un hombre desnudo a una persona homosexual a la que se le suministra una descarga eléctrica mientras mira esa imagen. El manual recomienda que el voltaje de las descargas oscile entre 70 y 100 voltios y se apliquen durante un breve periodo de tiempo.
Este mismo texto ya fue retirado como manual obligatorio de estudio en la Universidad Complutense, después de que en 1998 los alumnos, a través de la asociación Rosa que te quiero Rosa, iniciaran una campaña para pedir que una serie de manuales que consideraban homófobos fuesen suprimidos de los planes de estudio de todas las facultades de Psicología del país.