MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

El 30 por ciento de las mujeres con artrosis tienen ansiedad y, al menos, el 20 por ciento sufre depresión, frente a un 12 por ciento de hombres, según se desprende de un estudio realizado por la Sociedad  Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), con la colaboración de Bioibérica.

"Padecer artrosis implica una mayor presencia de ansiedad y depresión, y un mayor consumo de antidepresivos y ansiolíticos. Se demuestra, por lo tanto, que los problemas psicológicos son una carga de elevada magnitud en la mujer artrósica", ha afirmado el doctor Sergio Giménez Basallote, médico de familia, coordinador nacional del Grupo de Aparato Locomotor de SEMERGEN y uno de los autores del estudio.

Además, se ha observado que padecer artrosis origina una importante psicopatología. Concretamente se ha visto que las mujeres son las que se llevan la peor parte, con un 41 por ciento de resultados patológicos, frente a un 25 por ciento en hombres.

Por otro lado, los pacientes con artrosis tienen casi el doble de probabilidad de sufrir otras enfermedades como la hipertensión arterial, el reflujo gastroesofágico o la enfermedad vascular periférica venosa.

"En el caso concreto de las mujeres presentan un 70 por ciento más de hipertensión y un 114 por ciento más de enfermedad vascular periférica venosa que mujeres sin artrosis. Ello sumado a la mayor obesidad hace que el factor cardiovascular sea de especial relevancia en el manejo de la mujer artrósica", resalta el doctor Giménez.

Otro aspecto relacionado con el anterior es la actividad física. Así, el estudio muestra que el conjunto de estos pacientes presenta significativamente mayor inactividad que la población general. Pero en el caso de las mujeres, el porcentaje de inactividad es muy superior al de los hombres y además se evidencia que caminan menos días al mes.

"Es clave tener en cuenta estos factores diferenciales en la mujer a la hora de decidir el mejor abordaje terapéutico para la artrosis. Hemos detectado que el 30 por ciento de los pacientes toma antiinflamatorios a pesar del elevado riesgo cardiovascular que tienen", explica el doctor.

En este tipo de pacientes, advierte, "sería más adecuado contemplar el uso de otros fármacos, como el condroitín sulfato, específicos para la artrosis, de eficacia demostrada y con un elevado perfil de seguridad".

Estos son algunos de los hallazgos más relevantes de un nuevo análisis que se ha realizado del estudio EMARTRO teniendo en cuenta el género. En el estudio, que se presenta por primera vez en el 16 Encuentro Nacional de Salud y Medicina de la Mujer, que se celebra este viernes en Madrid, han participado 1.371 pacientes (tanto de ámbito rural como urbano) y 61 médicos de Atención Primaria de 13 comunidades autónomas.

Se trata de un estudio epidemiológico, observacional, multicéntrico, transversal y comparativo entre pacientes con y sin artrosis. El estudio, de un año de duración, ha reclutado a pacientes de entre 55 y 80 años, con artrosis sintomática de rodilla, a los que se ha comparado con pacientes sin artrosis de sus mismas características (sexo, edad y centro de salud).